NO HAY MARCHA ATRAS

Todos los taxistas tienen un grupo de whatsapp para desfogarse de las “inyusticias” de la vida, que si los coches negros, que si el político de turno que se está preparando su puerta giratoria (la Neelie Kroes les enseñó bien la lección) que si la multinacional americana tiene los días contados y que tarde o temprano petará por alguna costura que sus inversores no podrán suturar con dinero fresco. Todos hablamos de esto entre nosotros, ¿verdad?

Y todos tenemos nuestro momento de coger la caja, como digo yo, y ponerte en mitad de la plaza a lanzar el discurso que pensamos que todos los taxistas van a escuchar porque TU tienes la razón y todos los demás se equivocan. Bien ha llegado, mi momento caja, el que les he dado a mis compañeros esta mañana en nuestro grupo de whatsapp y que ahora os toca a vosotros escuchar.

El título es bien claro, por mucho que queramos, por mucho que retuitemos todas las quejas de los clientes de coches negros, por mucho que afeemos a los políticos sus reuniones con demagogos con la barba bien recortada (yo también me incluyo en lo de retuitear), no hay marcha atrás. El más claro ejemplo lo estamos viendo hoy con los estibadores y el conflicto que tienen con el gobierno. Y como he dicho muchas veces, nuestra “sentencia” vendrá de Europa. Ha sido una directiva europea la que ha obligado al gobierno a mover ficha ¿o ha sido la excusa perfecta? Este viernes emitirá un decreto para liberalizar los servicios de estiba en todas España.

Habrá huelga y veremos quien tiene más fuerzas, pero el conflicto está servido. Ya hemos visto como todos los medios de comunicación han puesto en marcha toda la maquinaria para soliviantar a todos aquellos que hace años se quejaban de ser mileuristas y que ahora sueñan con ese sueldo. Los estibadores son unos cabrones con un sueldo milmillonario y puestos que se heredan. ¿A que nos suena?

Por mucho que en la vista previa contra Uber por la modalidad de Uber Pop el abogado de la comisión haya hecho suyas nuestras tesis sobre que Uber es una empresa de transporte, el servicio de taxi va a cambiar, antes o después, una directiva liberalizadora en mayor o menor medida dejará las puertas abiertas a una que cualquiera pueda ponerse al volante de un coche y salir a ganarse el sueldo.

Y todas las polémicas sobre que si el tpv, que si la comisión que nos cobra Mytaxi, que si las peleas con las bicicletas nos van a parecer filfa en comparación a lo que se nos viene encima. No, el taxi como lo entendemos se acabará tarde o temprano. Y es que además el cliente se ha acostumbrado a una serie de prestaciones que ya están en boca de todos. Y no entenderán que no se pueda pagar directamente a través de app, que no se pueda valorar al taxista o conductor con estrellitas, lunas o caritas sonrientes y que el taxista no se tome en serio aquello de que el cliente es lo primero.

Venga, ya me bajo de la caja, os dejo de dar el sermón por hoy. Ya me he quedado a gusto conmigo mismo. Es lo que tenemos los locos, soltamos el discurso y nos podemos ir a dormir tranquilos.

 

Deja un comentario