En este artículo dedicado a las finanzas de Tesla se pone de manifiesto la situación económica de la empresa. Calificar de mala la misma es ser optimista.
http://inbestia.com/analisis/tesla-una-bomba-de-relojeria
El análisis bastante técnico y fuera de mis humildes conocimientos nos alerta del preocupante camino que lleva Tesla y el futuro que le espera. A grandes rasgos, la conclusión es que cada vez más el crecimiento de la empresa se nutre principalmente del dinero que aportan los inversores.
Es decir, la actividad de la empresa por sí sola no es capaz de generar el suficiente dinero para ser solvente. Los coches que se venden no son suficientes para pagar nóminas, materias primas, innovación y todo aquello que hace funcionar una empresa.
Si no fuera por los inversores que aportan capital Tesla tendría que cerrar. Además, esta dependencia de inversores externos a la actividad de la empresa aumenta cada año. En vez de mejorar los números, cada año los empeora.
Evidentemente, la compañía está haciendo grandes inversiones, como la gran factoría de baterías que junto a Panasonic ha construido en Sparks, Nevada con un coste aproximado de 5.000 millones de dólares.
Gigafactoría de Tesla y Panasonic
También la compra de Solar City, empresa dedicada a la construcción de paneles solares ha significado una inversión importante.
Compra de Solar City por parte de Tesla
Pero todo esto lo hacen con dinero de Inversores, no de lo que genera Tesla como fabricante de coches. Esta empresa crece, no a través de las ganancias por las ventas de coches o por las ganancias de sus flujos financieros. Crece porque inversores siguen inyectando dinero.
Ahora bien, ¿Por qué sesudos inversores queman su dinero en una empresa que tiene unos números tan nefastos? Es una apuesta, creen que esta compañía en el futuro será rentable y lo que ahora inyectan en la compañía les será devuelto con ganancias en un futuro.
Me suena a otra compañía que tiene el mismo esquema. Uber ha seguido hasta ahora un esquema muy similar. Quemar grandes cantidades de dinero para acaparar mercados.
Uber se ha expandido por todo el mundo a base de pagar subvenciones tanto a conductores como a usuarios para dinamitar el mercado y llevarse gran parte de la clientela. Para ello han quemado dinero a manos llenas y especialmente sangrante ha sido el caso de China donde después de 2000 millones de dólares han tenido que claudicar ante Didi y firmar un pacto por el que se crea una nueva empresa en China con una participación minoritaria por parte de Uber.
Esto ha sido así porque los inversores han parado los pies a Uber y han decidido cortar el grifo y empujar a Uber hacia el mercado de acciones para que éstos puedan recoger las ganancias de las inversiones en la empresa. De momento la empresa no ha salido a Bolsa, a lo mejor hay reticencias a que los libros de la empresa vean la luz, condición imprescindible para que una empresa cotice en bolsa.
Tesla está ahora en su particular travesía de incinerar dinero para crecer. Estamos asistiendo a una nueva forma de hacer empresas, globales, hiperfinanciadas a las que no le tiembla el pulso a la hora de conquistar mercados y con unas cuentas de resultados en rojo muchos años que parece que a los inversores parece no importar.
El Hype llevado al extremo en el que la marca genera flujo de caja a través de los inversores y no de lo que produces.